Mis desilusiones han sido muchas desde que traté de "superarte". Todo porque todas las mujeres que han llamado mi atención lo hacen porque se parecen a ti, porque al mirar una foto tuya puedo encontrar similitudes entre ellas y tú. Pero después de verte me di cuenta que lo que te hace realmente atractiva, lo que me dejó condenado desde el primer momento en que te vi, es tu movimiento.
No sé si me hago entender, es algo así como si ellas fueran músicos tratando de copiar tu sonido y aunque logran sacar varios acordes que se parecen a lo que compones, cuando te veo en vivo queda claro quien es la que vale la pena. Tú eres una melodía que se debe escuchar en vivo, de cualquier otra forma no te hace justicia, no hay representación humana que pueda transmitir lo que tú transmites con tu presencia. Ayer que te vi me quedó claro: Yo no puedo dejar de quererte porque tú eres todo lo que yo puedo querer.
Son tus movimientos y tus respuestas, son tus alegrías y enojos, es el aire que hace vibrar tu voz y la forma en que arqueas las manos, me hacen quererte tanto como me es posible. He crecido desde que te fuiste, he posado mis ojos en otras mujeres y he besado labios que no son los tuyos y aunque mi cuerpo está satisfecho eso solo me hace sentir más sed por dentro. Como si cada caricia sin amor que he dado solo sea un intento desesperado de darle cuerda a mi corazón mientras te sigue buscando. Siempre has sido tú.
Tú me conoces, no puedo disimular contigo, aunque quiera ser discreto ya habrás visto detrás de mis palabras mis humildes intenciones. Tu indiferencia me hiere, si , pero lo entiendo, no es fácil para mi tampoco, me has hecho mucho daño en este tiempo, pero me hace más daño tu ausencia.
Hay algo que he repetido mucho desde que te fuiste: "Con Laura las cosas no estaban bien, pero cuando todo estaba mal, mientras estuviera con ella, todo estaba bien"