viernes, 17 de octubre de 2014

Yo soy...Jim

Hoy ,hace unos segundos , se me acaba de hacer extraño mi nombre. Lo vi escrito en el papel: Miguel Mejía, como siempre, es mi nombre y mi firma , para que nunca se me olvide. Aun así me sentí extraño. En el nombre del viento  (Libro que ultra recomiendo) dicen que notros no conocemos los nombres de las cosas , simplemente les damos nombres para identificarlos. ¿Será entonces Miguel el nombre con el que me identifico, mas no mi nombre ? Es una pregunta estúpida, en el libro todas las cosas tienen un origen místico, a veces olvido que vivo en un mundo de explicaciones y razones, aquí no hay un destino ni un propósito, no hay un "fui hecho para esto" ni una vida después de la muerte.

Seguro fue mi mente la que me hizo recordar que Miguel es mi nombre , pero no soy yo, es más bien una etiqueta que me pusieron mis padres para distinguirme de todos los otros seres humanos , porque al fin y al cabo, no soy especial como para que me recuerden por mis actos, si ya es difícil describir a alguien por sus rasgos ¿Cómo sería el recordar a todos sin un nombre que los distinguiera? Evidentemente las personas más cercanas a nosotros serían fáciles de recordar, pero todos los otros dejarían de existir en el momento en que dejamos de verlos. Un nombre le da una existencia psíquica a un sujeto dentro de la percepción de cada individuo, ahora yo , que vengo a desacostumbrarme de mi nombre me sorprendo, porque al parecer estoy negando mi propia existencia "¿Si no soy Miguel , quien soy?" Me pregunto y respondo :"Pues, soy todo lo que no se llama Miguel" , puede haber todos los Migueles que se pueda imaginar, pero solo yo ocupo este espacio en este momento pensando esto de esta manera. Aun si perdiera el presente (Que vive escapándose de nuestras mortales manos) Soy todo lo que viví, todo lo que he dejado tras de mi y todo lo que dejaré (Últimamente estoy tocando mucho el tema de la trascendencia, curiosamente me convence más de no tener hijos).

Sigo leyendo mi nombre, sigo pensando que hay algo raro en que yo sea "Miguel Mejía", pero sé que seguiré reaccionando a mi nombre cuando me llamen. Admito que me siento más cómodo cuando me dicen Jim o Jimmy  o como sea que se escriba. Solo unas pocas personas me dicen así y no tiene nada que ver con mi nombre, pero tiene mucho más que ver conmigo, me recuerda un pasado feliz y me hace sentir nostálgico, lo veo más como un título que como un apodo.  Puedo afirmar que, a día de hoy, soy más Jim que Miguel. Si este fuera "El nombre del viento" , Jim sería el nombre de Miguel Mejía o al menos, gran parte de él. Creo que he crecido mucho desde que me volví Jim, las personas cambian y yo no soy excepción, he adquirido mucho y perdido otro poco en estos años, tanto que lo que fue Jim en un origen ya no está en gran parte, creo que ahora soy algo más, pero sería tedioso y egocéntrico cambiar mi "Título" cada que sienta que he crecido un poco, dejemos en que Jim es un ser sin forma, que se adapta y cambia, y Miguel es solo una etiqueta. No importa cuantos apellidos tenga Miguel, no será ya nunca quien soy. Fui Miguel hasta el momento en que empecé a aprender.

lunes, 13 de octubre de 2014

¿Cuánto valen 50.000 pesos?

Pues esa es la pregunta, ¿Cuál es el valor real de 50.000 pesos? El billete de mayor denominación en este país. Ojalá me viniera a preguntar eso por mera curiosidad y no por sospechas y dudas sobre qué tanto confío en quienes me rodean. No sé quienes vayan a ver esto y no sé si la realidad sea la más desalentadora a si simplemente saqué mal la cuentas, pero para dejar las cosas claras, hoy me, después de una visita en mi cuarto, me hicieron falta 50.000 pesos. Como ya dije , no sé si hice mal las cuentas, pero para bien o para mal ya sospeché, ya di a luz a una idea muy lúgubre en mi cabeza.

Al final todo apunta que no hubo robo, simplemente conté mal mi dinero y de ahora en adelante seré más cuidadoso, eso seguro, pero si logré sentirme mal por eso, porque pensé que alguien en quien confiaba me robó 50.000 pesos, "¿Qué tanto vale la confianza?" me preguntaba mientras hacía cuentas, "yo no robaría la plata de alguien que me conoce, menos en su propia casa" pensé, luego recordé que de pequeño si robé algunas cosas , pequeñas cosas por supuesto, pero robé al fin y al cabo, robé porque pensé que me serviría más a mi que a esa persona y al final tuve razón , eso no justifica que lo haya hecho pero en hechos prácticos es como si nada hubiera pasado, al menos eso pensé.

¿En qué momento un robo se vuelve un gran robo?, me doy cuenta que para mi , el valor del billete pudo haber sido cualquiera , pero lo que más me carcome es el perder la confianza y lo peor de todo , perderla sin pruebas, perderla por dudas y avaricia. El dinero es una representación del valor de las cosas, una forma rápida para intercambiar vienes y aun sabiendo esto he llegado a añorarlo más de lo que me gustaría. El dinero ha dejado de ser un bien indistinguible y ahora lo veo de muchas formas, son boletas, son salidas, es comida, es transporte, son regalos de cumpleaños, son ahorros para emergencia, en fin, hasta se ha hecho prioridad el acumular dinero y eso me hace sentir, por lo menos, contrariado.

Me he repito la frase " el dinero viene y va" tratando de explicar que llorar por plata es perder el tiempo. Siempre habrá formas de recuperar el dinero perdido y también he de aceptar que estoy malacostumbrado a una vida que podría ser mucho más humilde. Aun quitando todo eso de en medio, el dinero es la representación de un esfuerzo, el esfuerzo de un trabajo o de un ahorro, el esfuerzo de gastar lo mínimo todos los días para poder tener suficiente para aquella ocasión especial. El dinero es un resultado tangible de nuestra perseverancia y , por mucho que me duela, es satisfactorio cuando se siente que no hace falta.

¿El dinero compra la felicidad? Es una pregunta trampa. No puedes llegar a un lugar a comprar felicidad, pero como ya dije, el dinero se traduce en muchas cosas, una persona inteligente puede transformar su dinero en experiencias y estas experiencias si pueden dar la felicidad, pues esta cambia según el individuo. De la misma forma , puede que no se pueda comprar el amor, pero el dinero es una herramienta poderosa, te permite costear detalles, salidas, lujos y regalos. Todo esto unido a la capacidad de inventiva del ser humano puede llegar a dar buenos resultados a la hora de conquistar a alguien. El dinero por si solo no es poderoso, es solo un objeto, es el cómo lo gastas lo que hace la diferencia.

Ya más tranquilo, creo que el verdadero valor de 50.000 pesos es poco, pero lo que se esconde detrás de cada cero es muy valioso. El esfuerzo y la confianza son invaluables y se traducen en papeles que canjeamos por experiencias, estas nos hacen crecer como persona y puedo llegar a decir que todos somos lo que  el dinero nos ha hecho, ya sea por su abundancia o por su escasez. No dudo que habrá quienes se sientan incómodos leyendo eso, pero la realidad no está hecha para que sea bonita, es más, la realidad no tiene un propósito egocentrista , como nos gusta pensar, inventamos palabras como el destino para decir que las cosas ocurren por una razón y que al final todo habrá sido por algo. Somos lo que nos rodea, somos el resultado de las decisiones de todas las personas que estuvieron antes que nosotros, de las que son ahora nuestros contemporáneos y las que van naciendo a medida que nuestra vida pasa.

En algún punto todos tendremos que pensar en el dinero, en ese momento no nos daremos cuenta, pero en realidad tiene mucho que ver con lo que somos y negarlo equivale a taparse lo ojos. Ahora bien, respondiendo a la pregunta del título ¿Cuánto valen 50.000 pesos? , debería completar con ¿Cuánto valen 50.000 pesos que han sido ahorrados por una razón , que han sido trabajados durante un semestre y que representan, no solo el esfuerzo de conseguirlos, sino también el objetivo que esperan conseguir? , en realidad , no mucho, el dinero viene y va, la confianza por otro lado, no.

Mi buena opinión, una vez perdida, está perdida para siempre
-Fitzwilliam Darcy