Hoy ,hace unos segundos , se me acaba de hacer extraño mi nombre. Lo vi escrito en el papel: Miguel Mejía, como siempre, es mi nombre y mi firma , para que nunca se me olvide. Aun así me sentí extraño. En el nombre del viento (Libro que ultra recomiendo) dicen que notros no conocemos los nombres de las cosas , simplemente les damos nombres para identificarlos. ¿Será entonces Miguel el nombre con el que me identifico, mas no mi nombre ? Es una pregunta estúpida, en el libro todas las cosas tienen un origen místico, a veces olvido que vivo en un mundo de explicaciones y razones, aquí no hay un destino ni un propósito, no hay un "fui hecho para esto" ni una vida después de la muerte.
Seguro fue mi mente la que me hizo recordar que Miguel es mi nombre , pero no soy yo, es más bien una etiqueta que me pusieron mis padres para distinguirme de todos los otros seres humanos , porque al fin y al cabo, no soy especial como para que me recuerden por mis actos, si ya es difícil describir a alguien por sus rasgos ¿Cómo sería el recordar a todos sin un nombre que los distinguiera? Evidentemente las personas más cercanas a nosotros serían fáciles de recordar, pero todos los otros dejarían de existir en el momento en que dejamos de verlos. Un nombre le da una existencia psíquica a un sujeto dentro de la percepción de cada individuo, ahora yo , que vengo a desacostumbrarme de mi nombre me sorprendo, porque al parecer estoy negando mi propia existencia "¿Si no soy Miguel , quien soy?" Me pregunto y respondo :"Pues, soy todo lo que no se llama Miguel" , puede haber todos los Migueles que se pueda imaginar, pero solo yo ocupo este espacio en este momento pensando esto de esta manera. Aun si perdiera el presente (Que vive escapándose de nuestras mortales manos) Soy todo lo que viví, todo lo que he dejado tras de mi y todo lo que dejaré (Últimamente estoy tocando mucho el tema de la trascendencia, curiosamente me convence más de no tener hijos).
Sigo leyendo mi nombre, sigo pensando que hay algo raro en que yo sea "Miguel Mejía", pero sé que seguiré reaccionando a mi nombre cuando me llamen. Admito que me siento más cómodo cuando me dicen Jim o Jimmy o como sea que se escriba. Solo unas pocas personas me dicen así y no tiene nada que ver con mi nombre, pero tiene mucho más que ver conmigo, me recuerda un pasado feliz y me hace sentir nostálgico, lo veo más como un título que como un apodo. Puedo afirmar que, a día de hoy, soy más Jim que Miguel. Si este fuera "El nombre del viento" , Jim sería el nombre de Miguel Mejía o al menos, gran parte de él. Creo que he crecido mucho desde que me volví Jim, las personas cambian y yo no soy excepción, he adquirido mucho y perdido otro poco en estos años, tanto que lo que fue Jim en un origen ya no está en gran parte, creo que ahora soy algo más, pero sería tedioso y egocéntrico cambiar mi "Título" cada que sienta que he crecido un poco, dejemos en que Jim es un ser sin forma, que se adapta y cambia, y Miguel es solo una etiqueta. No importa cuantos apellidos tenga Miguel, no será ya nunca quien soy. Fui Miguel hasta el momento en que empecé a aprender.