martes, 31 de enero de 2017

Miguel Alfonso Mejía Rosas

La tarea de hoy es la más grande hasta la fecha, una que he aplazado por más tiempo del que debería. Hoy voy a escribir sobre mi papá, porque si él fuese el estándar de padre estoy seguro que dejaría de escuchar la estupidez de: "Papá cualquiera, pero mamá solo una". Porque si, mamá solo hay una, pero que tu padre no haya llenado tus expectativas no quiere decir que ser padre sea fácil, hacer las cosas mal es fácil, estar ausente es fácil, pero no es fácil ser mi papá y de verdad me enfurece cuando alguien desprecia a todos los padre solo porque el suyo no es lo que desearían. Mi papá es el ejemplo a seguir, no es perfecto y con el paso de los años su  salud y su edad le han hecho perder la paciencia con muchas cosas, pero sigue siendo el hombre que desearía poder llegar a ser.

Mi papá vivió en una casa de muchos hermanos, como era la costumbre en la época, pero él siempre fue algo aislado, no en un sentido de rechazado, pero era el menor y las circunstancias a las que tuvo que acomodarse terminaron afectando su carácter. De todos los hermanos era el menos "problemático", pero estamos en una época en la que el prototipo de hombre era (Y hasta cierto punto sigue siendo en mi familia paterna) el de ser así, problemático, directo, brusco, ruidoso. Mi papá era fundamentalmente diferente, siempre fue más dado a los estudios, tanto así que fue el único de los hermanos al que mi abuelo le pagó la carrera, al menos al principio. Mi papá dormía en el primer piso, a diferencia del resto de la familia que vivía en las habitaciones del segundo, es complicado describir lo relevante del hecho, pero solo quiero soltar el dato que para entrar a su cuarto era necesario pasar o por la cocina o por el patio donde se secaba la ropa. De toda la familia mi papá es el único hincha de santa fe, el resto eran de millonarios, hasta ese punto siempre llega la comparación que hago cuando pienso en mi familia paterna.

Siendo justos hay un dato que también hacía fundamentalmente diferente a mi padre:Era el tío que adoraba los niños. Al ser el más joven también fue de los últimos en casarse, así que antes de ser mi papá el era conocido como "El tío  Miguel", famoso por llevar a mis primos a comer salchi papas sin importar lo casposos que fueran y vaya que eran bastante casposos. Al casarse "El tío Tío Miguel" intentaba dejar de ser "Tió" para ser "Papá", y fue hasta 1994 que logró tener un hijo con mi mamá, ambos fueron muy felices pues de verdad querían tener un hijo y aunque hoy no estoy hablando de ella, eventualmente también le haré un escrito porque mi mamá ha sido un mujer que lo dejó todo por ser eso, mi mamá.

Regresando a la historia de "Papá Miguel" y de como el ser papá resultó ser todo un cambio para él, quiero que se entienda que en esa época tener un hijo era lo que él más quería y estaba dispuesto a todo con tal de que mi mamá y yo tuviésemos una vida cómoda. Así que en cuando nací, los tres partimos en avión a Cartagena, ciudad de murallas  y calor, que estoy seguro hacía de mi pañales piscinas de sudor infantil, pero suficiente de hermosos paisajes ¿Por qué Cartagena?  Mi papá es ingeniero civil, graduado de la UMNG y a día de hoy cuenta con solo eso,  su título, ni posgrados, ni maestrías, ni cursos de primeros auxilios. No es porque no haya querido, sino porque, como dije antes, él quería darnos una vida cómoda a nosotros, su familia, y aunque a largo plazo un título extra mejora sus posibilidades de trabajo, la realidad es que cuando eres la mayor fuente de ingreso de una familia recién formada no puedes darte el lujo de estudiar, ni ningún lujo en realidad, no puedes ni darte el lujo de quedarte a vivir en Bogotá porque la mejor oferta se encuentra en otra parte y no puedes darte el lujo de esperar otra oferta porque tienes bocas que alimentar, así que terminamos viviendo 2 años en Cartagena. Hoy en día mi mamá dice que no deben llevar a los niños a pasear, porque no se van a acordar de nada y no puedo estar más de acuerdo.

Eventualmente regresamos a Bogotá, cuando mi mamá quedo embarazada de mi hermana Magda, pero debo aclarar que ese "regresamos" no incluye a mi papá, él quería seguir dándonos ese estilo de vida, así que durante muchos años trabajó en toda Colombia, viajando de una obra a otra para poder darnos el sustento de cada día. No sé si logro hacer llegar el sentimiento con lo desorganizado de mi narración pero espero poder poner en perspectiva, la perspectiva de un hombre que no deseaba otra cosa que una familia y que tras al fin poder conseguirla tiene que hacer viajes, que si tenía suerte podían ser de solo 4 o 5 horas, para poder verlos con suerte una vez a la semana, aunque lo normal fuese una vez al mes, mientras que el resto de los días trabajaba sólo, para que su esposa pudiese criar a sus hijos, que ya éramos tres con el nacimiento de Mariana. Mi papá solo deseaba eso, ser papá y en el afán de la vida diaria,  de los gastos y las necesidades, ser perdió de vernos crecer y eso es algo que me saca lágrimas cada que lo pienso.

Lo peor de todo es que aun con todo este trabajo no recuerdo una vez que no hiciese presencia en una fecha importante, sé que hubo momentos en los que no pudo estar, como aquella época larga en que trabajó en el amazonas , pero yo era muy pequeño para recordar. Supongo que como premio mi papá pudo ser el policía bueno. Si mi mamá era la de los castigos y las tareas, mi papá era el que llegaba el día de mi cumpleaños con una bolsa plástica y un "poly estation" porque yo le había pedido un  play station como el que tenía mi primo, en mi inocencia por suerte no le reclame nada y la verdad el recuerdo de verlo entrar con esa bolsa en la mano y sonreírme nunca se me va a borrar de la memoria con uno de los momentos más felices de mi vida, no por el aparato, sino porque verlo llegar , en mi cumpleaños, cuando se supone que no podía, fue mucho para mi corazón de niño. 

No lo he mencionado hasta ahora, porque cronológicamente  no sé muy bien donde ubicarlo, pero desde que tengo memoria mi papá ha sido diabético. Tengo recuerdos muy lejanos de cuando me llevó a una obra y me puso un casco muy grande para mi cabeza, pero  incluso en esa época ya se le veía obeso. Durante mucho tiempo su enfermedad ha empeorado y mejorado, pero cada día se le ve un poco menos fuerte y cuando se enferma todos en la casa vivimos con una sensación de angustia. Tengo que tomar un respiro para escribir esto, pero desde hace mucho tiempo me invade el miedo terrible de perderlo pronto. Mucho , mucho miedo. 

A pesar de todos sus viajes nunca fue un padre ausente, él podría haberse quedado en donde fuera que trabajaba, muy seguramente con una moza o algo, cumpliendo con su responsabilidad monetaria como un "papá" cualquiera, pero él prefería hacer viajes de varias horas todas las semanas para vernos así fuera un poco, esas eran sus vacaciones. Recuerdo que en nuestro primer apartamento, había una típica zona donde nos parábamos para ver cuanto habíamos crecido, esto era algo que solo hacía mi papá y por ende podías ver los saltos de sus ausencias cuando de un momento a otro alguno de los tres se alejaba mucho de una marca. 

Me da mucha tristeza decirlo, pero mi papá ha dejado muchos sueños sin cumplir, algunos simples como aprender a tocar la trompeta y otros más relevantes, como graduarse de ingeniería electrónica y no civil. Cuando hablo con él durante suficiente tiempo me suele contar alguna de sus anécdotas, pero suele terminar con una sonrisa y alguna frase que se resumiría "pues ya que, se sigue adelante". 

Quiero acabar diciendo que mi papá no es perfecto, pero hoy no creo poder escribir ningún defecto sobre él, no le haría justicia, porque yo sé que no es por sus defectos que lo respeto y quiero tanto, ni por las dificultades que vivió, ni por el simple hecho de ser mi papá, lo quiero porque él es un buen papá.