miércoles, 3 de agosto de 2016

Falso

No te dejé ir
Pero tampoco te pedí que te quedaras
Hablé alto y claro, la verdad
Cambiaría las cosas, una mentira
Untaría el futuro con nuestro pasado
Dejaría de hablar y arrepentirme

Con cada escalón se unde mi suelo
Sumergido en el deseo
El deseo de lo que no quiero
Pero que tampoco puedo tener

martes, 19 de julio de 2016

Cortando Basura

Acabo de cortar los vínculos innecesarios que creaban mis redes sociales (Youtube y Twitter), poco a poco me fui llenando de un mundo de publicidad inútil y "entretenimiento", que más que ocupar espacio en mi memoria, ocupaba horas de mi vida. Siendo completamente honesto, eran pérdidas de tiempo, pero nunca he estado en contra del tiempo de esparcimiento, de relajación y de inactividad mental, pero eso no quita el hecho de haberme sumergido en una oleada de contenido que ya no me interesaba, recordé entonces cuando usaba Facebook. Miraba la página de inicio sin interés durante cinco minutos, entraba en algún perfil si algo me llamaba la atención, regresaba a la página de inicio y repetía el proceso, hasta que un día me asusté. No fue por alguna revelación anti consumo, o porque me dio cargo de conciencia por todo el tiempo perdido, simplemente me asusté, fue una sensación parecida al miedo tipo fobia: Inexplicable, repentino. Ese día me di cuenta de lo poco que necesitaba Facebook, me servía para mantener vínculos sociales secundarios  y poco más. En pocas palabras, me quitaba más de lo que me daba.

Ahora he hecho algo menos radical, solo dejé contenido que podría serme útil o que está relacionado a personas que me interesan, pero aun así, justo ahora tengo el deseo de simplemente cerrar todo y ya está. Creo que simplemente dejaré mi sesión cerrada, eso debería bastar. volveré en un tiempo , tal vez mañana, tal vez cuando use Facebook de nuevo, por ahora dejaré aquí este post-it virtual a ver si de algo sirve.

domingo, 19 de junio de 2016

Dejar de querer

No quiero su permiso, si para conocer las inclemencias diarias de su vida tengo que pedir permiso, entonces elijo la ignorancia. No voy a pedir permiso para preocuparme por usted ni para preguntarle honestamente sobre su cambiante indecisión  entre la euforia y la angustia. No buscaré enaltecerme con juegos de espera, como midiendo quién puede aguantar más tiempo sin el otro. Porque he sido inconstante en muchas cosas en mi vida excepto en una: Hago lo que quiero; usted no es más ni menos, así que si no permite el hacer, entonces, simplemente, dejaré de querer.

miércoles, 15 de junio de 2016

Aleatorio y Natural

 Me desperté , jugué los Sims 3 con eficiencia y vicio hasta que me aburrí, hablé con un antiguo desliz con la que he quedado en buenos términos, acompañe a mi hermana a sacar el perro, navegué un rato en twitter y viendo entre las personas que podría seguir encontré a una escritora que conozco, le di seguir e inmediatamente me sugirieron 5 nuevos escritores, que seguramente me gustarán, pero con los que no he tenido ningún tipo de contacto, Twitter solo supone que soy un lector acérrimo y por ende sus recomendaciones. Es verdad que disfruto la lectura, pero no es ni de lejos la actividad a la que más dedico tiempo, ni en intensidad ni en frecuencia.  E incluso me aburriría solo ver noticias relacionadas con una esfera de la realidad en concreto.  Es por eso que me entró el deseo de hacer algo diferente, sé que hace poco escribí, pero que puedo decir , hasta que no sea diario no será rutina.

Saliendo de mi ducha nocturna me veo al espejo, veo los resultados del gimnasio y me siento bien, siento que puedo mejorar, quiero mejorar, pero también veo todo lo que he mejorado y lo mucho que me gusta. Entonces me pongo a pensar en lo superficial que soy; una de las razones por las que me motiva el verme bien es porque quiero que mi siguiente pareja se vea igual que yo, no mejor, ni peor. Quiero que cuando salgamos la vea y ella me vea y a ambos nos gusté lo que vemos, sí, sé que cuando dos personas están enamoradas se ven hermosos el uno al otro y también puedo testificar que,incluso sin estar enamorado, después de tener relaciones la otra personase ve mucho más atractiva, no sexy, atractiva.

Peco de idealizar las relaciones, tal vez porque sigo esperando lo mejor del futuro o incluso porque mis recuerdos de una relación son tan borrosos que he olvidado las partes malas. Sea cual sea la razón, sigo demasiado concentrado en llenar un pequeño vació en mi existencia. No encuentro la forma de decir lo que busco sin sonar tonto o repetir lo que ya ha sido mil veces escrito, de todas las maneras posibles y , muy seguramente, mucho mejor dicho de lo que yo podría expresarlo. Podría decir algo, pero una lista solo le daría una falsa importancia al orden de la lista, cualquier descripción estaría incompleta y cualquier canción diría más de algo y menos de otra cosa.

Así con todo lo romántico que pienso, hace mucho que no actúo así, todo lo que he hecho ha sido transformarme en el folli amigo ideal. He llamado "novia"  a dos mujeres desde mi última relación sería, ninguna de las dos duraron un mes siquiera y no me dolió para nada dejarlas ir. La relación que más disfrute fue una casual, la más reciente, y lo que me dolió de que terminara fue el hecho de que me sentí, hasta cierto punto, reemplazado, sé que no fue así, porque yo no iba a darle la relación que ella quería. Ella es una gran persona, muy bonita y una ambrosía en la cama.

Dejaré de buscar ojos brillantes.



domingo, 12 de junio de 2016

Un buen día

Un buen día me voy a despertar y voy a tener todo lo que ahora  pido. Porque todo lo que pido está a mi alcance o simplemente lo tuve y lo dejé ir y entenderé que si lo dejé ir fue porque siempre hubo algo más importante. Ese día me encontraré en una cama, que puede que no sea la mía, con alguien  con quien puede que no comparta el resto de mi vida, pero con quien habré de compartir parte de la misma, mas cuando deje de verla la olvidaré hasta que algún evento me haga reír y me la recuerde, entonces le enviaré un mensaje, le diré que la quiero y la olvidaré de nuevo, porque para bien o para mal, así es mi cariño. Cuando se vaya no me sentiré mal, porque la entenderé, y cuando encuentre un cariño constante, que la valore por la persona que es y aleje la soledad de cada uno de los días de su vida , entonces no la extrañaré ni la desearé, sino que estaré feliz por ella y seguiré con  mi vida.

Ese día me sentiré bien por haber perdido el tiempo escribiendo, por esos días en los que estaba ya acostado y con la luz apagada, con solo el silencio para hacerme compañía, silencio que actuaría de musa y detonante para que me pusiese de pie, prendiese el computador y empezara a escribir. Puede que ese día me de por leer lo que he escrito y sentiré vergüenza por todo lo que sentía, me plantearé entonces borrarlo o ponerlo en una parte más privada, pero como siempre me arrepentiré y lo dejaré donde está, porque no sirve de nada ocultar el pasado, por más ridículo que sea. Aceptarlo y apreciarlo siempre es una mejor opción, pues sin él nunca hubiese llegado a donde estoy.

Más tarde, mientras como algo en una mesa cualquiera, después de una sesión de ver rostros en la calle, me acordaré de la buena fortuna que he tenido, de lo mucho que he conseguido, muchas veces con poco esfuerzo. También de lo mucho que llegué a esforzarme y de los frutos que dio eso. Hará mucho tiempo de que hubiese aceptado el fracaso, dejando mi orgullo a un lado y entendiendo que el hecho de ser diferente a los demás no transforma todo lo que haga en una declaración de superioridad ante el mundo y a todos los que me rodean en quienes me desafían con su fachada de felicidad.

Entonces será de noche, me acostaré en mi cama cansado y dormiré tranquilo. No extrañaré a nadie, no desearé vivir en un mundo diferente , ni anhelaré cambiar el pasado. Cerraré los ojos y pensaré en aquella vez en que fui lo suficientemente maduro como para darme cuenta de lo fácil que era tener un buen  día.


martes, 19 de abril de 2016

Los colores (Cuento)

NOTA : Este cuento salió de un ejercicio que vi aquí.
el cual conocí por medio de mi amigo Cristian. Aquí va el resultado



Los colores

“Los vi mezclados, todos eran parte de una gran composición que parecía añejarse mientras la admiraba, parecía que maduraban tan rápido que de un momento a otro podrían envejecer de golpe y caer muertos frente a mí, pero estaban vivos, tan llenos de vida como esos niños que tanto detesto, aquellos que lloran en el cine con un estruendo que hasta los mismo actores se percatan de su presencia, allí, dentro de sus mundos planos detrás de la pantalla.

Pero no, hice mal en compararlos, nuestro cerebro tiene grabado en fuego el que sintamos empatía por los niños. Tenemos una marca en nuestra mente que fue hecha con un fierro genético, ardiendo al rojo vivo, que nos impide sentir desprecio por las crías de nuestra propia especie. Eso, no, eso que vi y me llenaba de lujuria existencial va más allá de lo que puede hacerme humano. Esa es la belleza real, la que se apodera de tus sentidos y posee tu corazón y tus pasiones más profundas, la que se adueña de tu razón y destruye tus esperanzas de poder sentirte satisfecho en cualquier otro momento de tu vida, esa hermosura estaba allí, frente a mí.

Vi los colores, los sentí entrar por mis pupilas y excitar cada una de las células de mi cuerpo, sentir como hacían vibrar mis entrañas y mezclarse con mi sangre.  Todo mi cuerpo se calentó y empezó a derretirse, entonces no fui más que un charco sobre el que flotaban mis globos oculares que, a la deriva, no perdían de vista aquella sabrosa danza visual de la muerte. El mundo se descompuso y se recompuso   a su alrededor y ahí estaba yo, un charco ajeno a todo, presenciándolo a ras del suelo.

Entenderá entonces lo difícil que fue llegar hasta aquí, señor, marcarle a mi novia con los ojos fue muy complicado pues el teléfono estaba también derretido y los botones estaban esparcidos por todo el charco, ¡imagínese usted si hubiese comprado uno Smartphone! En fin, ella fue con  un frasco como se lo pedí y me trajo lo más rápido que pudo. Espero comprenda mi situación, pero le aseguro que esto no impedirá que trabaja al ciento por ciento, puede usted estar tranquilo.”

Aquella fue la excusa más disparatada que un frasco de mantequilla de maní le hubiese dado jamás a Jaime Veracruz, inmediatamente lo despidió y le dijo que recogiese sus cosas. Entonces hubo un silencio, Jaime se dio cuenta de que un frasco no podía salir solo de la oficina, ambos soltaron una risa incómoda, tras lo cual , Jaime dijo "Está bien ramirez, le creo, tómese el día para descansar y lo espero mañana a las seis".

viernes, 25 de marzo de 2016

Mañana (Cuento)

Me levanté sabiendo que hoy no sería mañana. La noche anterior estuve a punto de quitarme la máscara, tomé su mano, me recosté sobre ella y respiré con fuerza, recuperando el aliento. Ella buscó mi rostro y me besó los labios, tan rápido que yo no tuve tiempo de besarla, me apartó con suavidad y se giró para darme la espalda, se levantó y fue al baño, siempre lograba adelantarse y se tomaba su tiempo allí encerrada , nunca supe si lo hacía apropósito, para verme entrar dando saltos y reírse un poco al salir.

Unos minutos después ella ya estaba haciéndose la dormida a mi lado, porque para ser honestos nunca la vi dormir, toda mi vida pensé que era yo quien tenía problemas para dormir, eso fue claro, hasta que la invité a quedarse en mi apartamento, pasó toda la noche dándome la espalda, respirando como si fuese algo que se le podía olvidar en cualquier momento y tuviese que estar atenta para no asfixiarse. Inhalaba con fuerza y exhalaba despacio, siempre tratando de hacer el menor ruido, era casi un murmullo, tan suave que terminaba volviéndose ruido blanco, de ese al que te acostumbras, como el sonido del motor cuando estás  manejando, tan acostumbrado estaba que ahora no creo poder conciliar el sueño sin invocar el recuerdo de su respiración.

Cerré los ojos y cuando los abrí fue el ruido de la cocina el que me saludó, como un recordatorio de que hoy, efectivamente, no sería mañana. La vi pasar y ella ni me notó cuando me quedé mirándola mientras devoraba afanosa su comida, tenía puesta su ropa, pantalones incluidos, hoy no habría sexo matinal. Me levanté de la cama y me puse una camisa y los primero pantalones que encontré, seguramente los de la noche anterior, pero es difícil saberlo cuando todos tus pantalones son jeans y todos están regados por la habitación. Me dirigí hacia ella- "Buenos días."- La abracé por la espalda mientras le decía al oído. Ella presurosa, pero tratando de no ser cortante, se liberó de mi abraso y me besó los labios, esta vez pude besarla un poco.

Pasé el resto de la tarde solo, una opresiva fuerza estampaba mi voluntad contra el suelo y todo lo que podía escuchar era el televisor como ruido de fondo, acompañando el sonido del segundero de ese maldito reloj de los Looney Tunes. Ella me dijo desde el primer día que se mudó que debería botarlo, pero ya me habían advertido mis amigos antes -"Cuando vives con una mujer lo primero que hace es querer cambiar las cosas de su puesto"- Tan advertido estaba que en mi terquedad me negué rotundamente a mover el reloj que había estado siempre colgado de la pared, ella aceptó extrañada, seguro pensaba que le tenía alguna especie de apego especial, tanto así que al día siguiente le puso pilas al aparato que había estado apagado desde que lo colgué. Ahora es mi propio orgullo el que me impide quitarlo, a pesar de que su sonido me vuelve loco.

¿Eran esa clase de gestos las que apartaban el mañana o eran las que lo acercaban?  En cualquier caso, el maldito reloj me irritaba todos los días, me hacía pensar que trabajar desde casa era más un castigo que una bendición. Pero entonces recordaba mis días en la oficina, recordaba a mi yo recién egresado y sin experiencia, porque a pesar de haber trabajado desde los quince para pagarme la carrera se me consideraba sin experiencia laboral. Ese yo que pensaba que no podía ser tan malo levantarse todos los días a la misma hora, para hacer las tareas para las que los empleados más veteranos estaban "sobrecualificados", un mono estaba sobrecualificado para hacer lo que te ponen a hacer al entrar en tu primer trabajo.

Terminaba mucho antes de la hora de almorzar y por más que les pidiera algo que hacer a mis compañeros, la mayoría solo me ponían a llevar y traer cosas por todo el edificio, pero dejaron de hacerlo al ver que me perdía constantemente y los paquetes no solían llegar a tiempo a su destino. Así fue que empecé a desarrollar el hábito de ver por la ventada y pensar. Ver a las pequeñas personas desde mi ventana me hacía preguntarme cosas, cosas que nunca antes había considerado. Pensaba en lo triste que se ve la gente por la calle y me daba cuenta que seguramente yo también me veía así cuando caminaba de la oficina al paradero del bus. ¿Estaba entonces triste? No estaba especialmente excitado, es verdad, pero la mayor parte del tiempo vivía con comodidad y sin preocupaciones radicales. Hace mucho tiempo que me había distanciado de mi familia y ni siquiera tenía el teléfono de alguno de ellos, pero eso no me molestaba, lo hice por voluntad propia y nunca me arrepentí  de ello. Tenía un trabajo estable, un apartamento que terminaría de pagar en unos años, pero que al fin y al cabo, era mío. También tenía una novia, muy hermosa, que me amaba. Fue ese pensamiento el que hizo que todo se viniera abajo.

Ella me amaba, me ama, siempre me lo dice, la primera vez me lo dijo despues de que lo hiciéramos en mi casa, estábamos celebrando algo ¿seis meses juntos?, no lo recuerdo, pero recuerdo bien sus palabras -"Te amo"- me soltó todo el aliento a vino y pasta en la cara-"Yo a ti"- respondí como autómata, no era la primera vez que alguien me lo decía, yo siempre respondía lo mismo, al fin y al cabo son palabras y todas esas mujeres vinieron y se fueron, algunas hicieron más ruido que otras, pero todas se fueron al final y no hubo "amor" que pudiera detener lo inevitable. Siempre me pedían más de lo que yo estaba dispuesto a dar, principalmente porque yo nuca estaba dispuesto a dar casi nada. Ella en cambio no me pedía nada, todo era muy cómodo. Lo cómodo que puede ser cuando alguien te ama sin que tú la ames.

Ese día me di cuenta, me di cuenta que mi vida estaba fundiéndose con la de alguien que solo era un objeto para mi. Entonces me golpeó, como el olor del licor añejo, la bofetada de responsabilidad que jamás había aceptado, puede que fuera solo por miedo, pero llegó. Tenía que alejarme de ella. Eventualmente dejé mi puesto de oficina, conseguí un empleo con una compañía europea, ella tenía un conocido dentro y le habló de mí, ahora trabajo desde casa y desde el día de mi revelación ya ha pasado más de un año. Todos los días me repetía a mi mismo que tenía que decirle, pero era como nadar tras la luna en un mar de brea, no importa cuando tiempo tengas, al final llegará la mañana y no habrás avanzado en absoluto, pero como sabes que tendrás otra oportunidad en la noche , dejas pasar todo el día, sin hacer nada para ayudarte, lo único que dices es -"Mañana, mañana"-. 

Todo esto me llevó a aquí , a este momento en el que el maldito segundero me vuelve loco, como si me recriminara cada segundo que he perdido esperando a que llegue el día apropiado para decirle...¿Decirle qué? ¿Existe alguna forma adecuada de decirle a alguien que toda su vida ha sido una farsa y que la persona por quien lo ha dado todo esto últimos años no ha sentido por ella mayor apego que el que tiene por una buena comida? Cruel. Me escucho y puedo sentir la crueldad de mis palabras, puedo sentir la mirada que generaría en su rostro y puedo sentir como me cortarían los pedazos que se desquebrajarían de su ser cuando se lo diga. ¿Ella se merece la verdad o se merece la mentira?, podría seguir con ella, yo nunca he tenido ningún problema con eso, su compañía me es grata y nunca me ha llegado a exasperar. Es verdad que tampoco me han apasionado sus detalles y que siempre que hizo algo por mi le regresé una falsa gratitud, porque a la larga me daba igual, su esfuerzo, su sonrisa sincera y sus buenas intenciones me daban igual. Ella se merece algo mejor, pero ¿ Y si nunca se entera?,¿ Podría vivir esta mentira hasta el fin de mis días o ella se aburriría de mi?, ha vivido feliz tanto tiempo pensando que soy el hombre de sus sueños, ese hombre que estoy seguro que solo existe en su imaginación, pero que ha logrado proyectar en mi, con mi egoísmo he logrado hacerla feliz.

¿Por qué es tan importante esto? Aun somos jóvenes, mierda. Por más que el maldito segundero se esfuerce en quitarnos nuestra vida, por más de que al mirar atrás pensemos que el tiempo pasa muy rápido. La realidad es que a ella le queda la vida por delante para encontrar a alguien mejor, alguien que la haga feliz con la verdad y no con mentiras disfrazadas. Necesito aire, necesito pensar con claridad lo que voy a hacer, necesito alejarme de ese maldito...Paró, el cuarto está inundado con un silencio absoluto, no hay segundero marcando el ritmo de mis pensamientos. 

Estoy de pie, todo se ve más quieto, es como si el tiempo se hubiese detenido, no hay ruido afuera. No escucho ese murmullo de actividad que hay durante el día, camino hasta la puerta y cada paso se siente como si el cuarto se estuviese moviendo bajo mis pies, yo no me me muevo, yo también estoy quieto y es en esta quietud en la que llego a la puerta de la casa trato de abrir la puerta y me doy cuenta que el picaporte no cede, como si alguien desde el otro lado hubiese trancado la cerradura, entonces todo el cuarto gira y me quedo mirando directamente al reloj parado sobre la pared intento correr, pero tropiezo, caigo al suelo, caigo despacio y el suelo me recibe con su dureza habitual, pero con un frío exagerado. -"La necesito"- Las palabras escaparon de mi boca, en un instante tan largo que no me di cuenta cuando el segundero empezó a sonar de nuevo. 

Era ya de noche, estaba tardando en llegar, normalmente no me daría cuenta de eso, pero hoy es diferente, normalmente no la estoy esperando. Traté de ocupar mi día lo más que pude, trabajando tanto que podría no hacer nada hasta el lunes y seguiría al día con mis obligaciones. Pero en cuanto se acercaba su hora de llegada me levanté del escritorio y me senté a esperarla en la sala.  eventualmente ella llegó, me sonrió y cuando estaba a punto de besarme la detuve -" Te amo"- le dije mientras la miraba a los ojos. Ella no contestó. Se desplomó en un asiento -"¿Sabías lo que te voy a decir?"- Mi expresión claramente fue suficiente respuesta, pues ella continuó-"Estoy saliendo con otro, ya hace tiempo que estoy pensando en decírtelo, pero siempre pensé que las cosas se pondrían mejor. Anoche casi te lo digo, pero....ja, no importa que tanto hayas madurado, en la cama todos los problemas se escapan de la razón ¿verdad?, no entiendo porque me dices eso ahora, pero...es muy tarde, no, más que eso, en el tiempo que tú has tardado en decirlo ya han venido muchos otros diciendo lo mismo, porque si, no ha sido solo uno...no sé por qué te estoy diciendo esto, yo... lo siento, esto se acabó  "- Ella se levanta  no puedo moverme, escucho la puerta del apartamento cerrarse a mi espalda, escucho una vez el segundero, luego dos, luego... silencio.

lunes, 4 de enero de 2016

Botella al mar

Un cambio de look, porque si yo los he tenido el blog también se lo merece. Lo cierto es que el estilo oscuro ya no refleja mucho lo que quiero ser, porque seamos honestos, nunca fui una persona "dark" ni nada por el estilo, siempre puse el fondo oscuro porque me gustaba. A los 16 yo pensaba que lo mejor del mundo era ser un "malote", que le gusta el color oscuro y se hace el interesante. Por suerte me di cuenta de que la mejor forma de parecer interesante, es ser interesante. 

Ahora el blog es mucho más claro, porque ya no pretendo que sea un lugar triste y oculto. También es verdad que no lo voy a promocionar como lo solía hacer (que vergüenza), pero quiero que sea un lugar mucho más alegre. Algo parecido logré crear con mi experimento del 30 al 30, tampoco quiero que sea un diario, es más, con lo ocupado que será este semestre dudo mucho que me pase por aquí después de que retome el ritmo del estudiante, la inspiración no suele llegar en horario 
familiar. 

Ahora, al ser el blog un reflejo de mi estado mental, tengo que limpiar yo también mi conciencia y aunque debería hacerlo en persona, quiero dejar al menos la constancia de todo lo que me arrepiento. Pido disculpas a mi hermana, primero que todo, por lo cruel que fui cuando éramos niños, inocente o no, hay cosas que no se dicen y si ella y yo nunca llegamos a ser buenos amigos es todo por mi culpa,igualmente quiero pedir perdón a mis padres, por ser tan egoísta y que mi forma de pensar les haga tanto mal. Quiero también pedir disculpas a Camila y Ángela, porque por mi egoísmo solo fui capaz de aprovecharme de ellas y cuando obtuve todo lo que quise, traicioné sus sentimientos y les hice daño. Pido disculpas a todos los que me tuvieron que escuchar sufrir por amor, porque sé lo incómodo que es y el hecho de que me hayan escuchado significa mucho para mi, mucho más que cualquiera que fuera la razón por la que lloré. Quiero pedir disculpas a mis familiares, por mi fría actitud, porque su amabilidad siempre la respondo con incomodidad. 

Siento que hay más cosa que hice mal, pero por una razón u otra no me arrepiento de mucho más, claro que en términos de eficiencia las cosas pudieron darse mejor, pero me gusta mucho el lugar al que llegué, como individuo y como miembro de múltiples comunidades que me acogieron. Creo que ya le toca el turno a las cosas que yo mismo debo perdonarme.

Tengo que perdonarme por haber perdido a Laura, porque he recreado la situación cambiando variables y siempre llego a la conclusión de que el perderla solo me hizo crecer, que todas las formas en las que hubiéramos podido seguir juntos eran perjudiciales para ambos, e incluso si no lo fuesen, tengo que entender que hay caminos que están hechos para cruzarse una sola vez. 
Tengo que perdonarme el no haber encontrado un lugar en la nacional, por más que ame mi carrera, soy una persona muy susceptible y soy lo suficientemente perceptivo como para darme cuenta de la expresión de la gente cuando les digo que me salí de la nacional. Prefiero a aquellos que preguntan directamente "¿Por qué?" con incredulidad que a aquellos que simplemente dicen "ah, bueno", como si de lleno dijeran que lo que creen es que me echaron  y no soy capaz de aceptarlo. 

Es raro decir estas cosas pero me gusta la sensación que produce. Siempre tratamos de guardar nuestras cosas, porque no le incumben a los demás, porque nos avergüenzan o por cualquier otra razón, por muchas ganas que tengamos de compartir no lo hacemos. Me gustaría que cualquier persona que lea esto trate de decir de alguna manera algo que no ha dicho o que no suele decir y que tiene ganas de hacerlo y si es posible, que me informe por aquí  https://twitter.com/Thechiminguito , no tiene que decirme lo que siente, solo que después de leer esto dijo algo. Claro, puede que esté pidiendo mucho, pero por eso dejo todo muy al aire, como lanzando una botella con un mensaje al mar.