jueves, 31 de diciembre de 2015

Mr. Grinch

Soy impulsivo, mi madre confía en que algún día encontraré algo que me apasione y no lo dejaré. Algo que me apasione y que ella encuentre productivo, claro está. Lo cierto es que tengo que darle la razón en algo, no soy constante, como ella misma diría, soy de fiebres; si hay algo que me gusta lo exprimiré hasta el punto del aburrimiento . Me ocurre con todo y hay quienes dirían que no disfruto las cosas, pero eso me parece desconsiderado, en algunas personas, prepotente. Si no lo disfrutara, creo que yo sería el primero en darme cuenta, un adicto disfruta del vicio, lo disfruta por razones químicas que no puede controlar, pero no se puede negar que lo disfruta.

 Así mismo, yo sé que me pierdo de mucho cuando vivo las experiencias de forma intensa en lugar de prolongada, pero es así como prefiero vivirlas. El compromiso me sofoca, más aún cuando es un compromiso con terceros, simplemente no puedo tolerarlo. Cuando hago algo lo hago porque quiero y no hay nada que pueda obligarme a hacer algo que no quiero, ni la presión social, ni académica, ni mucho menos las amenazas. Terco, imprudente y orgulloso, son palabras que describirían este comportamiento, pero no son la causa. La causa es mucho más sencilla: Cuando no disfruto algo mi cuerpo se niega a continuar, entro en crisis, me pongo nervioso y violento. 

Hace poco pasé por una experiencia de aburrimiento. No sé cuanto tiempo pasaba sin tener que soportarlas. Había olvidado lo terrible que es tener que guardar apariencias, quedarse en silencio y esperar a que se acabe todo. Cuando estaba a punto de romper a llorar y entrar en crisis me mordía las manos para aguantar un poco más, entonces el dolor me hacía pensar en otras cosas y podía continuar; las marcas en mis manos me dejaban las puertas abiertas a recuerdos de otras épocas y el olor de la piel recién mordida me recordaba momentos más plácidos. Odio el aburrimiento. 

Más allá de mi incapacidad de hacer cosas, creo que tengo un don que lo compensa: Amo lo que hago. Cuando estoy jugando amo el juego; cuando estoy con mis amigos amo el lugar, la bebida y a ellos; cuando estoy escuchando música amo la canción y lo que me hace sentir e imaginar; cuando estoy resolviendo algún ejercicio de la universidad o haciendo algún trabajo, lo amo. Amo con facilidad y con mucha intensidad todo lo que hago, creo que es resultado de lo mucho que estaba acostumbrado a amar, ahora que ya no me doy ese lujo, descargo todo ese amor en otras cosas.

Me entristece saber que en el blog ya hay una entrada cuyo título es "Amor", pues de esto también va este escrito. De la dificultad de aceptar a quienes amas. Estaba justo viendo un vídeo, en cierta parte hablan de las identidades verticales y horizontales. Verticales todo aquello que heredamos, horizontal todo aquello que somos, pero que debemos encontrar reflejado en otros para identificarnos y viendo esto creo que entiendo porque no soy una persona que disfrute con mi familia o que, más evidente aun, sea capaz seguir con su vida aun después de la muerte de un ser querido. Lo que me vino a la mente es que mi identidad vertical es mínima comparada con la horizontal.

Cuando digo mínima me refiero a que heredé solamente lo indispensable: Idioma, etnia, nacionalidad y estrato socio-económico. Puede sonar a mucho, pero ahora toca poner en contraposición todo lo que no heredé: religión, ideales políticos,  ideales familiares, prioridades en valores humanos, ideales sobre la integración social, ideales obre la justicia, entre otros, pero listo solo los que son bastamente diferentes a los que tendría por herencia. ¿Qué tan diferentes? Mi padre y madre deseando tener hijos y yo con una vasectomía. Así , radicalmente diferentes, son polos en todos los que listé.

Es así que llego a otro punto que se toca en el vídeo, lo dificil no es amar, es aceptar. El amor siempre llega y cuando llega se queda. La aceptación toma tiempo. Mientras estaba en busca de una identidad sufrí mucho por los conflictos que se generaban con quienes me rodeaban, porque no entendía precisamente esto, no se trata de que no me aman, simplemente no me aceptan. Ahora que ya estoy en una etapa de mi vida en la que pienso con mayor claridad (Aunque algunos no lo crean), veo que los conflictos se generan porque mi personalidad se terminó volviendo agresiva, siempre en busca del conflicto con quienes yo mismo, no acepto. Y lo más duro es que estas personas resultan ser seres a quienes amo.


No puedo cambiar lo que soy, tampoco puedo (ni quiero) cambiar a quienes me rodean, por ello, mi única opción es seguir amándolos y esperar que algún día yo sea capaz de aceptarlos.

martes, 3 de noviembre de 2015

Perder

Perder es bueno. Perder te da motivos para pensar y darte cuenta de qué tanto se ha perdido en realidad. No tiene que ser una gran pérdida, pero si lo suficientemente significativa como para sentirse derrotado, como para regresar al cómodo estado de auto compasión que solía ser tan peligroso en mi adolescencia, que entre otras cosas, me hizo iniciar a escribir este blog. Pero este no es un escrito sobre el blog, no. Este es un escrito sobre lo que he ganado al perder.

Como siempre, creo que el punto más honesto para empezar es con ella, cuando le dije a ella claramente "Soy un perdedor", de las muchas cosas que ella me dijo, de las pocas que puedo guardar entre memorias cálidas fue cuando ella negó esta afirmación, y solo con hacerlo, me lo creí, hasta el día de hoy me lo creo: Yo no soy un perdedor. Luego la perdí.

Cuando la perdí me sentí libre, tengo que admitirlo, no importa cuanto quiera a alguien, nunca soy capaz de ser fiel a lo que siento. Eso pienso, pero también pienso que simplemente no he amado de verdad. A ella la amé, lo digo con cierta frecuencia, pero no puedo evitar sentir que en alguna parte de mi, estoy mintiendo. Si la razón por la que no puedo dejar de pensar en ella es simplemente mi naturaleza de no perder hasta que yo lo decida, eso nunca lo sabré, pero la realidad es que no la logré amar como sé que es posible amar a alguien. Por no poder amarla como ella a mi, la perdí.

"Termínale", es el consejo que doy a las parejas cuando veo que tienen problemas. Creo que es porque es lo que yo mismo haría,  es lo que yo hice la última vez y no me siento orgulloso. Desde entonces solo he logrado sentir calor humano una vez, y casi nos destruimos. A ella la pienso en las noches, cuando siento que me hace falta calor, pero en los días , incluso mirando su foto, no la extraño; la quiero mucho, pero no la amo y no daré todo lo que ella esperaba de mi. A ella también la perdí.

Saltamos al presente, no tengo a nadie a quien perder, aún así logré ilusionarme lo suficiente para generar la misma sensación. ¿Perdí algo? ¿Qué aprendí de todas estas pérdidas? Mucho, mucho más de lo que cabría decir en un simple texto, cada pérdida fue un punto de quiebre en mi vida, quiera admitirlo  o no. Esta pérdida falsa me ha hecho darme cuenta de que puede que haya alguien para mi, pero tal vez, esté mejor sin mi. No sé que podría dar, hace mucho que no tengo la oportunidad de dar. La última vez casi me pierdo, ahora tengo miedo del compromiso, pero vivo esperando a aquella que me haga vencer ese miedo.

¿Ahora?, ahora es tiempo de dejar pasar el tiempo, hacer de cuenta que todo quedó entendido con unas cuantas indirectas y que lo que cada quien elije es porque de verdad lo hace feliz, pero claro, si así fuera no sería tan difícil enterrar aquello que lleva mucho tiempo muerto.

Siempre, siempre,siempre, ganas al perder.


viernes, 23 de octubre de 2015

Importancia

Hay tres cosas que teme un hombre sabio: La noche sin luna, la tormenta en el mar y la ira de un hombre amable. Me temo que he redescubierto el porqué de la tercera. Mi carácter y mi despreocupación me arrojan de lleno a la espontaneidad y , en muchas ocasiones, a la imprudencia. guiado por esta misma imprudencia es que he tenido que reconocer mis errores y aceptar estoico mi castigo, pero esta vez no fue mi imprudencia al hacer algo, sino al no considerar los intereses y preocupaciones de quienes me rodean. He adoptado una forma de vida sencilla, pocas cosas me importan de verdad, pero las que me importan, me importan mucho. Por esta misma filosofía es que tengo que razonar mucho cuando hablo, porque para mi todos los temas son motivo de burla y broma, y no me tomo las cosas en serio. Por esto tengo que pensar antes de hablar "¿Será que esto podría ser ofensivo?", mientras más conozco a alguien me doy cuenta (Por sus expresiones, sus risas , ya sean reales o falsas, por su tono y la forma en que reaccionan) de que tanto puede esa persona dar su brazo a torcer en lo que es importante. Solo por poner ejemplos, la política, la religión, los buenos modales, son solo las que más rápido recuerdo cuando pienso en temas con los que no puedo ser realmente honesto. Quienes me conocen sabrán que no tengo modales, que soy ateo y la idea de un dios me parece un refugio del miedo, así mismo , la fe un escudo del cerebro para tratar de conciliarse, pensando que la solución está fuera de su alcance y la política, aunque recientemente me he hecho aparentemente activo, lo que sé lo sé para no sentirme estúpido, pues la ignorancia por el no querer aprender me parece el peor de los crímenes, mas en el fondo sigue siendo para mi lo mismo que cuando era pequeño, un obstáculo inamovible entre el ser humano y el progreso. ¿A qué viene entonces toda está tediosa introducción y qué tiene que ver con el texto? pues que ahora me he enfrentado a la ira de un hombre amable por no considerar que lo que para mi era absurdo, para él podría ser una carga más en su ya atareada vida.

Ahora me temo que tengo que enmendar mi error con trabajo, aunque enmendar resulta una palabra engañosa, muchos piensan que las cosas entre los seres humanos se pueden reparar, pero no es así, incluso las heridas que no son físicas necesitan de un elemento primordial para sanar dentro de nosotros: Tiempo. Enmendar solo es ponerle una venda a la herida para que no se abra más, para que deje de sangrar y de acentuarse en la memoria. Incluso después de mucho tiempo, las cosas no regresan a su estado original, siempre habrá algún cambio , en algunos casos imperceptible, pero lo habrá.

No quiero llenar de tanto pesar mi blog, no es necesario , ya habrá más ocasiones para ello, que serán mucho más apropiadas, por ahora, solo quiero dejar escrito que entre las cosas que me importan, son las buenas personas y la he cagado.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Dibujo

Ando disperso, no como siempre, que estoy disperso en mis pensamientos. No , últimamente he estado disperso en mis preocupaciones. No pasa un momento sin que sienta que estoy perdiendo el tiempo, el aviso de algo inminente se me cuelga del cuello todos lo días y lo porto como si no me importara, como si no me pesara, pero la verdad es que pesa. Desde que lo escuché de un video lo he repetido: hacer algo todos los días es muy difícil. Nunca me me puse a pensar lo desgastante que sería, nunca lo había intentado y es mucho peor cuando es algo en lo que no soy bueno, porque la realidad es que cuando no soy bueno en algo, no lo disfruto y si no disfruto algo, lo dejo. Así hice con muchas otras cosas, pero esto no lo puedo dejar, es un obstáculo ineludible en el camino que he elegido y me siento débil pues me planteé dejarlo solo por este obstáculo, esta presión.

Cada día me despierto con miedo al momento en que tenga "tiempo libre", porque en ese momento siento que debo dibujar , que debo adelantar todo el trabajo que tengo, que si hago cualquier otra cosa estoy perdiendo el tiempo. Entonces lo intento y me preparo, dibujo algo y lo veo, es horrible, lo detesto, me detesto por no poder hacer algo mejor y porque cada vez que alguien ve mi trabajo se genera ese silencio que significa "Yo no estaría orgulloso de esto, me parece un trabajo hecho a la carrera ", pero no está hecho a la carrera, me esfuerzo y lo intento y fallo y me frustro y eso me cansa, entonces quiero descansar, pero cada momento que descanso es tiempo que siento que estoy perdiendo, siento que cualquier cosa que hago, por más que me guste es un pérdida de tiempo, entonces dejo de disfrutar las cosas que me gustan y me deprimo y me canso más, así pasan las horas hasta que se acaba el día y me intento dormir. Andes de dormir solía soñar con las cosas que me gustaría hacer, que me gustaría a aprender o desarrollar de mi, pero ahora solo pienso que me gustaría poder disfrutar algo, que cualquier actividad en mi día no fuera un excusa para no dibujar, incluso ir a clase se siente como una pérdida de tiempo y eso me afecta, mis notas bajan pero todo en lo que pienso es en que al menos no estoy dibujando. Cada día le tengo más miedo a dibujar.

Yo elegí esto, sé que tengo que aprender, quiero aprender, eso es lo que me digo y me siento y de nuevo fallo, mejoro, pero fallo. Puedo ver mis errores y no soy capaz de corregirlos, entonces borro, una y otra vez, hasta que la hoja solo es un manchón gris con un esqueleto de cubo repisado una y otra vez. Ya he llegado al punto en que esta inseguridad ha pasando a mi vida, me desconcentro en todo lo que hago, no veo cuando me he equivocado y cuando veo que estoy mal no puedo corregirme, no encuentro mi error aun, cuando sé cual es la respuesta no puedo encontrar el maldito error. Esto nunca me pasaba, tantos años construyendo una confianza para que venga algo tan sencillo y me destroce. No estoy seguro de nada de lo que hago, no me siento seguro en ningún lado y todo lo que siento se ve rodeado por ese temor al mañana, al irme a dormir y ver la bocetera abierta con una página rayada y la otra en blanco y sentir que cada día me quedo más y más. Veo a mis compañeros y por primera vez en mucho tiempo siento celos de verdad, no sentí nunca tantos celos, nunca deseé tanto algo de otra persona. Al principio deseaba dibujar bien, pero ahora, ahora solo quisiera poder aprender como ellos, porque yo los veo, veo como ellos mejoran y yo me quedo atrás. Entonces piesno "Debo esforzarme más" y lo intento y fallo. Entonces pienso "todo es de trabajo, todo en esta vida es práctica". Pero entonces ¿por qué me da tanto miedo practicar?

Extraño disfrutar de la vida, extraño poder sentirme tranquilo y feliz sin importar que tan pesada esté la universidad, sentir que al fin encontré lo que quería hacer en mi vida. Ahora solo quiero que esto acabe, tengo mi mesa llena de planchas por hacer , de lápices cortados con bisturí y un olor a limpiatipos por todo el cuarto que no me abandona. Me siento atrapado como cuando estudiaba mecatrónica. Esta vida nos pone muchas pruebas y yo sé que esta no será la más grande, pero también sé que no voy a olvidar esto, sé que cualquiera que sea el resultado de esto voy a mirar atrás y me sentiré aliviado de que haya acabado y de poder seguir con mi vida.

domingo, 21 de junio de 2015

Esto

No te he abandonado mi querido blog, pero he de admitir que es mi culpa y de nadie más el que te haya dejado tan solitario en tu rincón de la web. Tengo el tiempo , pero lo he usando en otras cosas, no digo que lo he sabido invertir, pero tampoco diría que lo he desperdiciado. Es un bello tono gris al que solemos llamar "la vida diaria". Había noches en las que se me ocurría una gran idea para escribir, hubo pensamientos filosóficos , cuentos y anécdotas que yo recuerde, sin embargo siempre encontraba alguna excusa para no escribir y hoy pudo no haber sido la excepción (palabra que me cuesta bastante escribir). Pero lo fue y aquí estoy una ves más tecleando para descubrir algo sobre mí, siempre ha sido esa la razón, incluso cuando hacía escritos con el propósito de que alguien más los leyera, todo terminaba en cómo el proceso de escribir me transformaba en alguien más cercano a mi mismo.

Estoy ahora en ese momento en el que tengo muchas ideas acumuladas y no sé cual problema taclear primero, supongo que empezaré por lo tangible y me iré desviando en el camino (que al parecer es mi especialidad). Estoy alterado, pero alterado en un buen sentido, si fuese algo realmente grave lo escribiría en el cuaderno (Que por cierto hace mucho que tampoco toco , pero eso lo considero una buen señal). La razón por la que estoy alterado es simplemente una buena serie, no tengo interés de mencionarla, porque lo que es bueno o malo depende del ojo que observa y lo que importa es que, a mi parecer, está tan bien hecha que ha logrado sacar muchas emociones de mi, emociones que siempre han estado presentes pero que suelo mantener controladas, emociones como la satisfacción de hacerle daño a los culpables o como el deseo de transformar a las personas en gente de bien. Incluso yo encuentro estas dos ideas incompatibles, sé que no puedes esperar que la violencia se arregle con más violencia, pero también sé que las palabras y los buenos deseos se toman su tiempo y las balas no. "La violencia es una mierda, pero funciona" , sigo cintando esas palabras en mi cabeza, como formando los cimientos de una teoría sofisticada para solucionar los problemas del mundo, cuando levanto la cabeza los cimientos se han hecho polvo y solo puedo decir que a veces se necesita la fuerza cuando las personas tienen el corazón cerrado y las manos llenas de odio. Espero nunca llegar al poder.

Logré escapar finalmente de todas esas abstracciones sobre el bienestar del mundo y empecé a regresar a la pequeña esfera que represente mi campo de acción, mi "realidad social". No hablo de una macro realidad que todos asumen "on-line" o en marchas estúpidas e inútiles, hablo de lo que yo afecto todos los días: Saludar a mi familia con una sonrisa, pasar tiempo con mis seres queridos, tratar amablemente a quien me atiende en un restaurante/bar/tienda, dejar una impresión positiva del mundo en mi cuenta de twitter o en un comentario de youtube. Pero claro, me estoy haciendo quedar como un santo, nombro solo las cosas buenas para que quien quiera que lea esto tome un buen ejemplo de mi y no de el horrible ser humano que puedo llegar a ser. Pero creo que también me doy mucho crédito en ese aspecto, he visto bastantes personas que tienen más madera de mala-gente que yo. En fin , regresando a lo de la esfera de acción, cabe destacar que este escrito no viene de lo que yo le hago a mi entorno, si no más bien los cambios impredecibles de este entorno son los que me han dado la motivación para venir aquí, sentarme y dejar un registro escrito de que aún disfruto perder el tiempo unos 45 minutos antes de seguir con mi vida.

"Seguir con mi vida", es la frase que me ha reconfortado más en los últimos años. Uff , ¿Ya estamos hablando de años y lo único que puedo hacer con el problema es "seguir con mi vida"?, en verdad espero no llegar al poder con esta filosofía de vida. Pero si, siendo honestos esa frase se ha transformado en una muletilla "El problema sigue ahí... pero puedo seguir con mi vida", es la estructura general de mis conversaciones conmigo mismo. Lo más grave del asunto es que en verdad sigo con mi vida porque no tengo otra opción, no es como si pudiese detener el tiempo y decir "Bueno , regresaré a vivir cuando ya no esté en duelo", simplemente el mundo sigue girando y yo solo puedo seguir girando con él o salir disparado a velocidad tangencial (Un pequeño chiste de física, para hacer sentir mal a quienes la odien y a quienes les guste...dudo mucho que se tomen el trabajo de leer algo de este estilo , así es un acto de pura mala fe). La decisión es fácil cuando no hay tienes opción, si alguien alguna vez me cita espero que sea esa frase y lo haga defendiendo la libertad de expresión o la apertura de pensamiento, sería algo muy noble y me gustaría ser parte de ello sin tener que mover un dedo.

Este último párrafo, me cuesta, me cuesta porque he perdido la costumbre de ser sincero y me siento tonto cuando intento serlo sin que se note, lo intenté pero es que ya no puedo. Y si pudiese desearía no poder hacerlo. Ya sé todo lo que tengo que saber, ya ha pasado todo lo que tenía que pasar y yo sigo sin querer entender, sin querer aceptar. Quiero decir cosas bonitas, no debería pero...me vale ya una mierda, yo hice este blog para escribir lo que me diera la gana y si quiero ser cursi , así nunca nadie vaya a sentir nada por lo que yo he escrito, pues bien, me vale.

"Al fin acepté que no soy el indicado, lo acepté estando con otra, lo acepté estando con otras, pero en realidad, yo estaba contigo. Acepté que si cambiase lo suficiente para ser el indicado, ya no sería yo y que si tengo que cambiar tanto para tenerte, entonces tú tampoco eres la indicada, me repetí esto cómo quien se repite que todo estará bien cuando es evidente que no sabe lo que espera, y lo más seguro sea que no todo esté bien. Me lo repetía de noche cuando estuve solo y soñaba con otras, porque soñé con otras y estando con ellas seguía repitiendo mi gran revelación, lo repetía hasta el cansancio, hasta que mis ojos se cerraban del todo y podía ver que todo el tiempo , estuve contigo. No soy el indicado ni tú eres la indicada, no fui el indicado cuando te hice reír, así como tampoco lo fui cuando te hice llorar. Si nací para contemplar la belleza y mi pecado fue tocarla, pecaría una y mil veces más, lo haría hasta que mi alma no pudiese ser salvada ni por el mismísimo creador, lo haría sabiendo que no debo hacerlo porque lo he hecho una vez y ese fue el más grave pecado. Me hice un sueño con alas de papel y escribí tu nombre con tinta en ellas, ahora mis alas están rotas y mojadas y ya casi no se entiende lo que dice en ellas, pero de nada sirve el no entender cuando recuerdas. No fui el indicado cuando te olvidé, cuando encontré otros besos que me reconfortaran, ni tampoco seré el indicado cuando te olvide de nuevo y encuentre quien me encienda el corazón y la pasión. Incluso cuando me enamore de ti de nuevo, como cada vez que pasa cuando te veo, incluso entonces no seré el indicado ni tú serás la indicada, por más de que todo mi cuerpo se queme por dentro en deseos de tenerte de nuevo, yo sabré que al final del día estaré mejor en silencio, cambiando de amante como quien cambia de pensamiento, porque por más de que yo sé que no soy el indicado ni tú la indicada, cómo suele suceder , lo que sé va en contra de todo lo que quiero."

domingo, 22 de febrero de 2015

Ser Ateo

Siempre me imaginé que haría esta entrada con un ánimo más impetuoso. Que hablaría sobre porque no hay razón para un dios y como la religión es prescindible. Pero no, no soy esa clase de persona, no creo que atacar las creencias de otros le haga bien a alguien, si hiciera algo así solo estaría demostrando inseguridad, como si tuviese un afán de demostrar que todos están equivocados. Como si tuviese alguna intención o esperanza de cambiar la forma de pensar de quienes lean un escrito de tantos que se terminarán perdiendo en este, mi blog. He conocido muchos creyentes a lo largo de mi vida, para ser más precisos, la cantidad de personas que no creen las cuento con los dedos de las manos. En su mayoría son buenas personas y puedo asegurar que las personas más importantes en mi vida tienen al menos una creencia de una "ser superior". Frases del estilo "Creo en Dios pero no creo en la iglesia" son las que más suelo encontrar, así mismo encuentro verdaderos creyentes, para los que la religión consiste en una parte importante de su vida. Para bien o para mal estas personas no llegan a plantearse lo que para un Ateo representa el pan de cada día en el tema de religión, planteamiento que espero exponer hoy.

Ser Ateo es aceptar que estas solo. No lo digo como algo malo en todo el sentido de la palabra, yo soy una persona que ha aprendido a manejar la soledad y que llega a disfrutarla mucho más de lo que llegaría a disfrutar una vida en sociedad continua. Pero la soledad a la que quiero hacer referencia es absoluta, una soledad y un abandono que hace que nos sintamos perdidos al principio, no hay un destino ni una razón para estar aquí, simplemente estamos. Es esa soledad que se convierte en un peso tremendo cuando hay un ser querido en lecho de muerte y vemos como todos juntan sus manos en oración. Oración que, pase lo que pase al final, es una herramienta que tienen los humanos para librarse de la sensación de impotencia. Nosotros no, nosotros estamos solos y hay quien dice que no hay Ateo en su lecho de muerte, que la visión inminente del final nos hace ver la luz, la verdad, si fuera tan fácil cambiar los ideales de las personas este sería un mundo muy distinto. No elegimos la soledad porque sea fácil, lo hacemos porque elegimos una verdad amarga por sobre una mentira dulce y por más cómoda que sea la historia, si no hay algo que nos convenza, simplemente no podremos creerla.

Ser Ateo es que te vean como un niño hasta el final de tus días. "Eso es una etapa" escucharás todo el tiempo, como si no hubieses pasado por todo un proceso de pensamiento y estuvieses siguiendo una moda juvenil. Es ver como ridiculizan y descartan lo que piensas sin siquiera darle una oportunidad o consideración. Es tener que aguantar esas miradas de preocupación y consternación, aguantar con una sonrisa cuando tratan de hacerte entender que tu alma está en riesgo, que solo quieren ayudarte y lo pero de todo, es verdad, ellos solo quieren ayudarte, no es como si pudieses enojarte con ellos por querer hacer lo que les han enseñado que es lo correcto. Pero siempre resultará doloroso encontrar la otra clase de creyentes, los que te miran como si no fueras persona, como si el demonio hubiese entrado a tu cuerpo y tú fueras su herramienta para esparcir la palabra del falso pastor, como si no fueras un ser humano.

Ser Ateo es vivir a punto de pisar una mina todos los días. Ya dije que las personas más importantes de mi vida son creyentes y no quiero ser una molestia en sus vidas, estando hablando de como es que ellos están mal y deberían empezar a pensar y a comportarme como las personas que recién mencioné en el párrafo anterior. Pero creo que es aquí cuando las entiendo un poco, para ellas es muy importante la existencia de un dios, para mi lo es su no existencia, porque me veo tan rodeado su cultura que es como un bombardeo, uno muy silencioso pero constante.Es por esta importancia infundada que cuando veo a un amigo, una familiar o incluso un profesor al que le tengo mucho respeto, demostrar su fe, aunque mi lado más lógico me dice que tienen todo su derecho, el lado más orgulloso y molesto de mi me hace querer saltar y decirle "¡Estás mal!, ¿ Cómo es que alguien tan inteligente puede creer esas cosas?", pero luego me escucho y me doy cuenta de lo imbécil que suena, de lo arrogante que suena y me quedo callado, evito el conflicto y herir a los que me rodean, no voy a iniciar una batalla que nunca terminará.

Sobre todo, ser Ateo es aceptar que eres humano. Ser Ateo es entender que no importa lo que te digan, una vida entera es un suspiro de la humanidad, nuestros actos son significativos en la inmediatez, pero se disipan en la infinidad del espacio y el tiempo. Ser Ateo es vivir una vida plena sabiendo que en el momento en que el cuerpo expire no hay nada que se quede contigo, vivir buscando una felicidad que nadie te asegura y que tienes que forjar con cada buena decisión. Ser ateo es ser 100% responsable de todos tus actos, no es el no tener con quien saldar cuentas, es más bien todo lo contrario, no hay quien nos vigile, pero tampoco hay quien nos perdone y nos absuelva de nuestros "pecados", somos libres de equivocarnos, pero somos nosotros y solo nosotros los que podemos y tenemos que hacer algo si la cagamos. Ser ateo es saber que no tienes todas las respuestas y que posiblemente nunca las tendrás, pero nunca dejar que eso te detenga de seguir buscando la verdad.

Como dije, no espero transformar la mentalidad de nadie, si alguien es feliz siendo como es ¿Quién soy yo para cambiarlo para que se una a una minoría tan odiada como lo es el Ateísmo? Solo espero haber esclarecido los detalles más básicos de lo que es vivir en una sociedad en la que se está en desacuerdo con un gran porcentaje de la población y así poder mejorar un poco el trato entre todos, porque, por encima de todo lo anterior, ser Ateo es querer y disfrutar de la vida dentro de la diversidad que esta nos ofrece, porque solo hay una y siempre hay algo nuevo que aprender.

miércoles, 11 de febrero de 2015

El borrador

No suelo borrar una entrada una vez está terminada. Es más, la única vez que lo hice fue para evitar problemas legales con un concurso que me terminó valiendo pito, por lo que la publiqué otra vez (la entrada era "neurosis"). Usualmente sigo la filosofía de que cada entrada es una representación fiel de mi estado mental en un momento específico de la vida, no voy a avergonzarme de mi pasado, porque cada pequeña humillación me ha acercado a lo que soy ahora, por más infantil y mal redactada que pueda parecerme una entrada no la borro, porque es un recordatorio de lo infantil e ignorante que fui y lo mucho que he progresado. Pero hace tiempo que tengo en el blog una entrada terminada en estado de "borrador". La entrada en cuestión fue publicada por un breve periodo de tiempo, pero pronto me di cuenta de que era un escrito que pertenecía más al cuaderno que al blog. El cuaderno es un lugar donde escribo todas las cosas que hasta a mi yo del pasado le darían vergüenza. El cuaderno es algo que solo yo he leído y espero que se quede así. Es un buen ejercicio tomarlo una vez cada 4 o 6 meses y revisar el desarrollo de mi persona, pero cuando se habla de cosas tan personales de manera tan abierta lo mejor resulta hacerlo solo, nadie sería capaz de reaccionar bien ante tanta sinceridad.

El escrito en si (el borrador que tengo en el blog en este momento) es muy honesto. Era la representación clara de lo que siento, pero no de lo que pienso, más bien, no de lo que intento pensar. Ojalá pudiera extenderme,pero ando en una llamada de skype mientras hago un trabajo y no dispongo de mucho tiempo entre semana para dedicarle tiempo a mi blog. Siempre que me acuesto me digo que debería darle algo de cariño , porque al fin y al cabo, es el proyecto más longevo que tengo y abandonarlo por demasiado tiempo me hace sentir incómodo, es como cuando dejo de mascar chicle por mucho tiempo, de un momento a otro me urge (Me parece increíble que a estas alturas y con todo lo que he probado el chicle siga siendo mi verdadero vicio).

El escrito estuvo colgado mucho más de lo que yo hubiera querido, pero ya no puedo hacer nada respecto a eso. Mis prioridades en este momento son mi salud mental y mi carrera, en ese orden, y no puedo dejar que una idea tonta, recurrente e imposible me afecte en alguno de estos aspectos. Seré firme y disfrutaré de la vida que me he forjado, es verdad que no he tenido motivos para sentirme muy bien últimamente, pero esperar que el día siguiente sea mejor es solo una excusa perezosa para no hacer algo al respecto. Seguiré trabajando , más que antes y mejor. Las cosas están funcionando. En cuando al escrito, lo dejaré por ahí, no creo volver a leerlo , pero tampoco me cuesta nada tenerlo por ahí.