"¿Y luego qué?" Es la pregunta que me hago después de soñar despierto. Después de cumplir todos mis sueños y metas, habiendo encontrado una estabilidad económica, intelectual y emocional ¿ A qué me dedicaría? ¿ A superarme ? Me conozco, soy de los que les gusta cumplir objetivos, no simplemente progresar por progresar. Si algo deja de darme nuevos retos lo dejo, me pasa con los juegos, con los libros, las películas y con las personas (Sobre todo con las personas). A veces creo que la insatisfacción es parte necesaria de la vida , al menos de la mía, pues sin ella todo tendría un sin sabor desesperante y tedioso, y a diferencia de todo lo demás, no puedo simplemente dejar de vivir y conseguir una vida nueva, no sin hacer mucho daño antes y arrepentirme tras un tiempo.
Es por estos comportamientos que pasé de hablar poco a un aislamiento casi completo. No tengo "chats" casuales, todos tienen un propósito y si no lo tienen los evito. Cuando empieza a hacerse rutina el hablar con cierto grupo de individuos, me aparto. Ahora es cuando me doy cuenta que se me están acabando los "individuos" y la soledad con la que he desarrollado una relación simbiótica dejó de ser un grueso abrigo para transformarse en una fortaleza impenetrable. Dentro de ella soy invulnerable pero también tengo que ver por mi mismo y, por más que grite, nadie escucha mis gritos, el sonido se ahoga en las paredes, languidece y se evapora antes de conocer el primer rostro humano.
Es verdad que a veces me gustaría tener con quien hablar, tener un plática ligera y distraerme un rato, pero mi humor es tan cambiante que no creo que exista alguien que pueda aguantarme y que , al mismo tiempo, yo pueda aguantarle. Me he puesto muchas máscaras, muchísimas. Las he interpretado hasta creerme que son mi verdadero ser cuando las tengo puestas. He sido el muchacho hiperactivo y morboso, he sido el estudiante aplicado y también he sido el vago en el teclado. He sido el romántico en destiempo y el perro descorazonado. He dado consejos como un sabio y también he hecho rabietas de niño mimado. He sido el crítico y analítico de la sociedad y también el primero en hacer un chiste de negros, niños con hambre, desgracia ajena y pesar colectivo. He sido el friki más aficionado y también el primer prendo de la noche. Todo eso , todo eso y más , para llegar a esto, a la más patética versión de mi existencia :El escritor sin audiencia.
A fin de cuentas "Esto" soy yo. Escribo desde 2010, ya van casi cuatro años de esto. Al principio lo admito, lo hacía sobre todo por impresionar, por aparentar que estaba devastado y que "solo las letras podían romper las cadenas de dolor que el amor ,cruelmente, ancló a mi ser" . Hasta me da risa pensar todo el show que hice solo porque la niña que me gustaba se besó con otro .Me siento ya en una etapa de mi vida para hacer eso "público" y he de admitir que me da más vergüenza que otra cosa, pero es hora de que deje de ser un secreto que solo le cuento a quienes quiero impresionar: Fue en 2010 que , después de una fiesta entré en depresión y esto me llevó a la frustración que se transformó en desesperación, fue tal el sentimiento de impotencia que decidí matarme. Ahora viene lo patético de la situación , la única manera que encontré para hacerlo sin tener que sentir mucho dolor físico pues tratando de envenenarme, así que (Esta es la parte que quería evitar...) tomé un frasco de loción y lo apliqué apuntando a un vaso hasta que se veía una buena cantidad, tomé el vaso y lo tragué de golpe. Naturalmente todo lo que logré fue una serie de arcadas, que mi padres pensaran que me había emborrachado la noche anterior (No tomé ni cócteles), una lengua de color blanco y una anécdota triste, oscura y vergonzosa. Después de ese incidente estuve todo el día en cama y me sirvió el tiempo para reflexionar (Y llorar). Llegué a la conclusión de que era capaz de seguir con mi vida (Porque soy así de listo) y escribí un "poema" en mi muro de facebook, al que varios amigos dieron like. Ese "poema" se transformó en la primera entrada de este blog y a día de hoy me parece la aberración más tierna que he hecho.
Cuatro años puede no ser tanto , pero para mi se siente como una eternidad. Hace cuatro años yo era muy diferente y lo más seguro es que en cuatro años más sea alguien que no se reconozca a si mismo leyendo esta entrada. Lo más seguro es que esos problemas que no me dejan dormir y me arrancan lágrimas todas las noches ya no sean más que recuerdos (De lo contrario estoy bien jodido). En fin , cuatro años no es tanto tiempo si lo vemos como personas que piensan en el futuro, pero para mi , Miguel Angel Mejía Torres el ser humano, el que tiene sonrisa fácil y lágrima inquieta, el que habla solo, para mantener la cordura, el que pasa mínimo 2 horas al día soñando como parte de su rutina diaria , ese mismo que aprecia algunas libros más que algunas personas y que juega en el Pc la mayor parte del día , todos los días y se pregunta por qué no tiene novia, el que se siente solo a pesar de tener familia y amigos que lo quieren un motonononon (Siempre quise usar esa palabra), el que no ha sido capaz de cerrar un capítulo de su vida, a él cuatro años le parecen una jodida eternidad.